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Riesgo de luxación / subluxación de cadera en los niños con parálisis cerebral

REVISIÓN DE ARTÍCULO

The role for hip surveillance in children with cerebral palsy
Shore B, Spence D y Graham HK
Curr Rev Musculoskelet Med. 2012 Jun; 5(2): 126–134

Dos estudios han informado que la incidencia general de desplazamiento de cadera es aproximadamente del 35% en todos los niños con PC. El riesgo de progresión desde el desplazamiento de la cadera a la dislocación está relacionado con la gravedad de la afectación neurológica y la capacidad para caminar, y está directamente relacionado con la función motora gruesa según la clasificación de GMFCS. Esto hace que que la incidencia varíe desde el 1% en los niños con hemiplejía espástica, hasta el 75% en aquellos con cuadriplejia espástica. Los niños “en riesgo” de desplazamiento de cadera, precisan de un programa de vigilancia con el fin de controlar su desarrollo de la cadera a lo largo del tiempo y ofrecer una intervención temprana y apropiada. 

Fisiopatología del desplazamiento de cadera

La mayoría de los niños con PC nacen con caderas anatómicamente “normales” sin evidencia de desplazamiento de la cadera. Sin embargo, la historia natural de la enfermedad de la cadera espástica coloca a los niños en riesgo de desplazamiento lateral progresivo de la cadera. En los niños con PC, este desplazamiento se conoce comúnmente como “subluxación silenciosa”, ya que los niños a menudo no son sintomáticos hasta que la cadera está dislocada y es dolorosa. Pese a que la lesión neurológica asociada con PC no es progresiva,  la patología músculo-esquelética asociada es progresiva, lo que da lugar a contracturas musculares, deformidad torsional ósea y, en última instancia, a la inestabilidad de las articulaciones. La espasticidad muscular asimétrica se considerado como un importante contribuyente a la inestabilidad de la cadera en niños con PC. La limitación progresiva de la abducción, a menudo asociada con la deformidad por flexión,  siendo un indicador de inestabilidad temprana de la cadera. La abducción limitada, la cual habitualmente se ve acompañada de espasticidad, se considera un factor de desarrollo de la inestabilidad de la cadera. Otros dos factores críticos que contribuyen a aumentar el riesgo de desplazamiento de la cadera son la antetorsión del cuello femoral en el plano transversal y el ángulo entre el cuello y la diáfisis del femoral en el plano frontal. Robin et al.  han demostrado que estas dos deformidades están estrechamente relacionadas con el nivel de GMFCS de un niño y proponen que el aumento de la antetorsión femoral y del ángulo cervico-diafisiario pueden deberse a una alineación fetal, persistente debido a la demora en la marcha y las limitaciones en la función motora gruesa.

Vigilancia e intervención

El desplazamiento de la cadera puede provocar dolor, deterioro funcional que afecta la capacidad de sentarse, estar de pie y caminar, así como un deterioro de la calidad de vida,  por lo que la identificación temprana de estos niños “en riesgo” es crítica. Sin embargo, la identificación del desplazamiento progresivo de la cadera tiene un valor limitado a menos que se disponga de una intervención efectiva. Se ha demostrado que la identificación  y la intervención  temprana reducen el número de cirugías reconstructivas necesarias y evitan la necesidad de una cirugía de rescate.