Área privada Recursos Patologías/Alteraciones Espina Bífida Consecuencias
La Espina Bífida, es el nombre que recibe a la lesión medular que se produce como consecuencia de una malformación congénita. Dentro de la espina bífida se distinguen varios tipos, siendo el tipo más grave el mielomeningocele, y el que mayores consecuencias provoca.
Para entender las consecuencias que sufren los niños que presentan un mielomeningocele es importante conocer algo más sobre la médula espinal y el sistema nervioso.
La médula espinal forma parte del Sistema Nervioso Central, junto con el encéfalo. Es como un gran cordón formado por miles de nervios que se van dividiendo en raíces nerviosas a lo largo del recorrido de arriba a abajo de la columna; saliendo por los lados en cada nivel vertebral. Estos nervios que salen de la médula llevan y recogen información de todo el cuerpo (del movimiento, postura, sensaciones, funcionamiento de órganos, etc.). Esto hace que cuando se afecta la médula espinal se puedan presentar diferentes tipos de consecuencias a nivel motor, senstivo,....
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Es importante tener en cuenta que las consecuencias que se pueden derivan de la alteración de la médula no son las iguales en todos los niños que presenta un mielomeningocele. Hay niños que pueden presentar algunas de las consecuencias descritas y otras no. La médula tiene un funcionamiento muy complejo y no siempre se daña por igual.
- Los músculos por debajo del nivel medular de lesión están paralizados. Dependiendo de las vértebras que se vean afectadas, se verán afectados unos músculos u otros. La forma de manifestarse en en forma de parálisis fláccida, es decir, que los presentan un tono disminuido (hipotonía) y no se produce o hay dificultades para realizar la contracción muscular.
- También está afectada la sensibilidad por debajo del nivel medular. Esto significa que el niño por debajo de la lesión no va notar sensaciones como la presión, el dolor la temperatura, etc. También supone una alteración del esquema corporal, al no tener información de sus piernas, les cuesta tenerlas integradas en el esquema que se “dibuja” el cerebro sobre él mismo.
- Se ve alterada la circulación sanguínea en las piernas. Esto hace que presenten una peor irrigación, con lo que los pies se pueden ver edematosos o embotados por acúmulo de líquidos. También presentan una peor cicatrización, con lo que se debe tener especial cuidado con las heridas o úlceras, puesto que junto a la alteración de la sensibilidad está alterada, lo que puede provocar que el niño no lo note y se infecten.
- Todos los niños con mielomeningocele presentan problemas incontinencia (urinaria y fecal). Esto da lugar a riesgo de infecciones y estreñimiento crónico. Para tratar estos problemas es importante conocer las rutinas de higiene y sondaje y enseñarlas al niño desde pequeño. Los niños con espina bífida suelen aprender a autosondarse a una edad muy temprana.
- Algunos niños durante la vida intrauterina adoptan malas posiciones, lo que les lleva a presentar deformidades en el momento de nacer. Otros niños sin embargo en el momento de nacer no presentan deformidades, y sin embargo las presentan con el tiempo, como consecuencia de los desequilibrios de fuerza que presentan unos músculos con respecto a otros. Las deformidades más frecuentes son luxación de caderas, pie equino-varo o escoliosis
- Otra de las complicaciones que pueden presentar los niños con la forma más grave de espina bífida es un retraso en su desarrollo psicomotor. Esto se debe a las dificultades para moverse falta de movilidad en sus piernas.
Otra secuela muy frecuente en los niños con espina bífida es la hidrocefalia, pues la presentan cerca del 80% de niños.
La hidrocefalia consistente en una acumulación de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos del cerebro.
En circunstancias normales, el líquido cefalorraquídeo circula por las cavidades en el cerebro y la médula espinal. Sin embargo puede producirse un desequilibrio entre la cantidad de líquido que se forma y la cantidad de líquido que se elimina y al no circular bien por la zona de la lesión, se acumula en el cerebro.
Este acúmulo excesivo de líquido en el cerebro puede provocar dificultades en el desarrollo de este órgano, lo que en algunos niños provoca problemas en el aprendizaje.
Para solucionar este problema se coloca una válvula de derivación ventriculoperitoneal o shunt, que drena el LCR acumulado al vientre.
Por último, la mayoría de niños con espina bífida presentan lo que se conoce como médula anclada.
Cuando el bebé nace, la médula espinal ocupa (casi) todo el canal vertebral, de arriba a abajo. A medida que el niño va creciendo, la médula va ascendiendo, porque los huesos de la columna van creciendo, pero la médula no. Lo que sucede es que se van estirando las raíces nerviosas de los niveles inferiores (para formar la llamada cola de caballo).
En el caso de la médula anclada, el extremo inferior la médula se queda “enganchada” o “anclada” al canal medular, por lo que no se produce el ascenso de la médula con el crecimiento, lo que puede provocar que se produzcan daños porque la punta inferior de la médula no reciba suficiente riego sanguíneo o que se arrastre hacia abajo la parte inferior del cerebelo y el bulbo raquídeo, lo que se conoce como (malformación de Arnold-Chiari).
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Referencias Bibliográficas
Espina Bífida Valencia: http://espinabifidavalencia.org/espina-bifida/datos-de-eb-en-espana-y-comunidad-valenciana/
Fagoaga J; Macias L. “Fisioterapia en Pediatría” Ed. McGraw-Hill. Capítulo 8.
Fuente de las imágenes
http://biologia-segundo-nocturno.blogspot.com/2011/05/el-sistema-nervioso.html
https://slideplayer.com/slide/10659850/
https://www.topdoctors.es/articulos-medicos/hidrocefalia-como-se-detecta-tratamiento-y-cura
neuros.net/es/medula_espinal_anclada