Tal y como comentamos en el artículo anterior Conociendo la Terapia asistida con caballos / Hipoterapia, la hipoterapia es la intervención terapéutica que usa el movimiento multidimensional del caballo para mejorar la postura, el equilibrio y la función en general. En la bibliografía hay evidencia científica que confirma que la hipoterapia es una intervención eficaz, indicada por médicos para la rehabilitación motora. Así mismo, fisioterapeutas de referencia han observado mejorías clínicamente subjetivas en el tono muscular y en las actividades con apoyo de peso. Uno de los principales objetivos que se pretende conseguir con las sesiones de hipoterapia es que el tronco reciba y responda a los movimientos del caballo.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de realizar las sesiones de hipoterapia con niños con hipotonía?
En el caso de los niños con hipoterapia, el caballo escogido para la sesión debe presentar una morfología adecuada con músculos firmes, amplia grupa para tener una mayor base de apoyo, que les proporcione un movimiento lateral y de rotación, así como que posea un paso rítmico que le aporte un estímulo propioceptivo.
Para aquellos niños con hipotonía que no pueden tolerar mucho movimiento, debe mantenerse el paso del caballo con un ritmo lento y uniforme. También se pueden ir ofreciendo pequeños estímulos de movimiento durante la actividad, por cortos periodos, a un paso de trabajo o incluso trote, cuando manifiestan mejoría en el control postural.
Durante la sesión, para facilitar cambios en el control postural y provocar reacciones de equilibrio se puede guiar al caballo para que haga cambios de dirección, círculos amplios así como cambios en la velocidad y ritmo.
Debe prestarse especial precaución en el uso de la posición en abducción de cadera, flexión i rotación externa, puesto que en caso de un uso excesivo de esta posición o cuando existe excesiva debilidad muscular o hiperlaxitud ligamentosa, hay riesgo de causar una luxación de cadera.
Una herramienta importante y efectiva son los estímulos visuales. Poder mirarse en un espejo mientras se halla sobre el caballo es una gran oportunidad para comprobar su propia postura y ver cómo se modifica cuando se realiza correcciones en su alineación.
¿Qué actividades se pueden llevar a cabo durante la sesión de hipoterapia?
Durante la sesión de tratamiento a lomos del caballo, se pueden incorporar diferentes ejercicios teniendo en cuenta el grado de control postural que presente el niño como respuesta al movimiento.
Las sesiones se pueden iniciar con el niño sentado hacia adelante, inclinándose ligeramente hacia adelante para hacer caricias a su caballo con el fin de establecer un primer vínculo y captar su atención y motivación.
También se pueden hacer actividades al paso, ya que con esto el niño aprende a acomodarse al ritmo del movimiento del caballo. Para favorecer el control postural se puede animar al niño a que coloque de forma alterna sus manos sobre la cruz del caballo (columna cervical del caballo) y sobre sus propios muslos.
Otras actividades pueden ser hacer recorridos en círculo y en líneas rectas dentro de la pista o hacer que el caballo camine sobre diferentes superficies. Esto favorece que el niño ponga en marcha sus reacciones de equilibrio, transferencias de peso y movimientos de la pelvis.
A medida que la postura y el equilibrio del niño mejoran pueden también introducirse ejercicios de mayor complejidad que incluyan rotaciones de tronco.
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¿Qué papel juega el fisioterapeuta durante las sesiones de hipoterapia?
En primer lugar el fisioterapeuta es el encargado de seleccionar el caballo más adecuado, vigilando la amplitud del caballo, para que la excesiva abducción no afecte la integridad de las caderas , y el paso del caballo, teniendo en cuenta que un caballo más activo puede ser adecuado para un niño con hipotonía leve, pero puede comprometer la estabilidad y la resistencia física de otro con hipotonía severa.
En el caso de los niños con parálisis cerebral que presenten las extremidades con hipertonía, pero tronco con hipotonía y pobre control de cabeza, el fisioterapeuta debe realizar una cuidadosa evaluación para determinar si presentan suficiente tono postural y estabilidad de cuello y cabeza para tolerar las ondulaciones repetitivas creadas por el dorso del caballo.
A lo largo de la sesión de tratamiento, el fisioterapeuta debe evaluar las respuestas del niño en todo momento, analizando su actividad y necesidades físicas y psicoemocionales, para establecer los objetivos del tratamiento y qué intervenciones son las prioritarias.
El fisioterapeuta también es el encargado de determinar si es más adecuado usar una silla de montar con un asiento más profundo, que proporcione al niño una base de apoyo amplia, además de incluir estribos para realizar ejercicios para apoyar peso, o por el contrario, puede si es más conveniente para el niño realizar cambios de posicionamiento continuo, dirigidos al control postural, por lo que el material más adecuado sería cincha con asa y una superficie acolchada que proteja el dorso del caballo.
Así mismo, según las necesidades del niño, el fisioterapeuta puede incluir actividades más funcionales a través del cepillado del caballo, cargar y transportar el material y equipo, o el uso de herramientas (carretillas, escoba o palas).
Según nos apunta la literatura y la propia experiencia, incorporar la hipoterapia en el tratamiento de niños con hipotonía es una estrategia más a tener presente por los fisioterapeutas que trabajen en pediatría. El caballo y su entorno son una combinación única, especial y muy motivadora para conseguir la participación del niño en su tratamiento.
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Conociendo la Terapia asistida con caballos / Hipoterapia
| Por Mª Teresa Llòria i Llàcer. Fisioterapeuta especialista en Hipoterapia. Psicomotricista ASEFOP. American Hippotherapy Association Certified Therapist. Directora Técnica de Fundació Teràpia a Cavall. www.fundacioterapiaacavall.org |
Referencias de la información
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