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Escoliosis Idiopática: una patología neuro-musculo-esquelética

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La  escoliosis se define como una deformidad espinal tridimensional, que implica una curva lateral de la columna mayor de 10 grados que se acompaña de una rotación anormal de las vértebras.

A lo largo de la historia se han realizado numerosos estudios en todo el mundo sobre la prevalencia de la escoliosis idiopática.

La prevalencia global de la escoliosis en diversas partes del mundo puede ser distinta debido a las diferencias regionales y étnicas. Por otra parte, los resultados de diferentes estudios pueden no ser comparables porque los métodos y criterios de diagnóstico no están estandarizados.

 

Algunos estudios establecen que entre el 0,5% – 3,0% de la población infantil presenta escoliosis, de las cuales el 80% son escoliosis idiopáticas(1,2,3).

El 20% restante incluye escoliosis de diferentes orígenes, de los cuales los más comunes se encuentran en el grupo de las escoliosis congénitas o de las escoliosis neuromusculares.

La escoliosis congénita es el segundo tipo más común y representa aproximadamente el 10% de las escoliosis. Este tipo de escoliosis se debe a anomalías óseas presentes en el nacimiento debidas a un fallo en la formación ósea o asociadas a defectos del tejido neural.

La escoliosis neuromuscular representa entre el 5% y el 7% del total de escoliosis. En estos casos la escoliosis se produce como resultado de una disfunción del sistema nervioso o del sistema muscular.

Existen otro tipo de escoliosis que representan aproximadamente el 3% del total. En este grupo se incluyen las escoliosis traumáticas, post quirúrgicas, debidas a tumores espinales o relacionadas con síndromes, entre otras.

Refiriéndonos a las escoliosis más frecuentes, las escoliosis idiopáticas, el término idiopático sugiere que la causa de la escoliosis es desconocida. Sin embargo, esta afirmación ya no es del todo cierta, ya que recientes avances científicos han permitido identificar que la causa de la escoliosis conocida como idiopática es de origen genético(4).

 

Aunque aún quedan muchos años para que podamos comprender totalmente la etiopatogénesis de la escoliosis idiopática, a día de hoy sabemos que la escoliosis no es solo una deformidad tridimensional de la columna, sino una patología neuro-musculo-esquelética, ya que hay claras evidencias de alteraciones que se producen en estas tres áreas(5).

El factor de inicio de la escoliosis idiopática es un fallo genético temporal que afecta al desarrollo normal de un grupo de vértebras, dando como resultado una deformidad vertebral tridimensional localizada en un segmento determinado de la columna.

 

Una vez que esa deformidad vertebral es lo suficientemente importante, es capaz de producir la desestabilización de toda la columna, dando lugar a una curva o varias curvas, y cambios en la postura del paciente. Esos cambios posturales son específicos para cada tipo de curva y siempre siguen un patrón determinado.

La desestabilización de la columna y la desorganización postural posterior provocan la disfunción del sistema neuro-musculo-esquelético, dando lugar a lo que conocemos como escoliosis.

 

 

Si entendemos la escoliosis como una alteración neuro-musculo-esquelética, comprenderemos claramente que para tratar esta patología de forma efectiva es necesario tratar los elementos muscular, neurológico y óseo de la escoliosis al mismo tiempo.

La escoliosis idiopática se define además por la edad en la que aparece. Hablamos de escoliosis idiopática infantil cuando se presenta antes de los tres años de edad, juvenil cuando se presenta entre los 3 años y la pubertad, que generalmente tiene lugar alrededor de los 10 años, y del adolescente cuando se presenta entre los 10 años y el final del crecimiento.

 

Esta última, la Escoliosis Idiopática del Adolescente, es la más frecuente y representa el 80% de la totalidad de las escoliosis idiopáticas.

Una evaluación detallada del niño será necesaria para confirmar la presencia de escoliosis, su severidad y determinar un plan de tratamiento.

La evaluación de la escoliosis en niños debe incluir una valoración clínica de las alteraciones posturales, incluyendo la medición de la rotación del tronco con el escoliómetro, y una evaluación radiológica de la columna, que debe incluir una radiografía frontal completa de columna, incluyendo las crestas iliacas para valorar la madurez esquelética a través de la evaluación del signo Risser, y una radiografía lateral completa de columna.

Los resultados de la evaluación clínica y radiológica permitirán determinar el plan de tratamiento más adecuado en cada caso.

Por Ana del Campo, Fisioterapeuta especializada en el tratamiento de la escoliosis.

Referencias bibliográficas

(1)H.L. Brooks, S.P. Azen, E. Gerberg, R. Brooks and L. Chan. Scoliosis: A prospective epidemiological study, J Bone Joint Surg Am 57(7) (Oct 1975), 968–972.

(2)T. Karachalios, et al. Ten-year follow-up evaluation of a school screening program for scoliosis. Is the forward-bending test an accurate diagnostic criterion for the screening of scoliosis? Spine (Phila Pa 1976) 24(22) (15 Nov 15), 2318–2324.

(3)A. J. Stirling et al. Late-onset idiopathic scoliosis in children six to fourteen years old. A cross-sectional prevalence study, J Bone Joint Surg Am 78(9) (Sep 1996), 1330–1336.

(4) I. Kou, et al. Genetic variants in GPR126 are associated with adolescent idiopathic scoliosis. Nat Genet. 2013 Jun;45(6):676-9. doi: 10.1038/ng.2639. Epub 2013 May 12.

(5) Coillard, C. & Rivard, C. Etiology of Idiopathic Scoliosis: an unsynchronized growth or why a system can turn chaotic. Résonances Européenes du Rachis. Volume 9, Nº 29, (2001), pp. 1123-1139