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Beneficios y recomendaciones de la actividad física en los niños y adolescentes con discapacidad

La actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiere gasto de energía. Toma muchas formas, ocurre en muchos entornos y tiene muchos propósitos (p. ej., actividad diaria, recreación activa y deporte).

La actividad física regular proporciona una variedad de beneficios para la salud física y mental, tanto a la hora de reducir el riesgo de enfermedad, controlar las condiciones existentes y desarrollar y mantener la función física y mental. 

Se considera que algo de actividad física es bueno,  sin embargo más actividad es mejor 

Los beneficios de la actividad física se acumulan con el tiempo, y nunca es demasiado tarde para obtener beneficios para la salud al realizar actividad física. Estos beneficios además se logran en niveles tanto por debajo como por encima de las pautas recomendadas.

No se requiere una cantidad mínima de actividad física para lograr algunos beneficios para la salud. Sin embargo, en general, cuanto más tiempo se dedica a la actividad física, mayores son los beneficios para la salud. 

Para quienes habitualmente realizan los niveles más bajos de actividad (menos de 30 minutos por semana), las ganancias resultan especialmente significativas dado que su condición física de partida es peor. Para estas personas, niveles de actividad física por debajo de los niveles recomendados, como por ejemplo hacer 10 minutos de actividad física, pueden ser efectivos como un objetivo inicial, para instaurar una conducta activa, y como un paso en el camino hacia el cumplimiento de los niveles de actividad física recomendados. Estos pequeños tiempos acumulados durante el día y la semana van a ir proporcionando beneficios.

Lo recomendable es que las personas estemos activas todos los días. Por lo que repartir la actividad a lo largo del día o la semana puede ayudar a que las pautas sean alcanzables dentro de la vida diaria.  La forma más fácil de hacer actividad física es a través de actividades físicas como caminar, ir en bicicleta, subir escaleras, … incluidas dentro de los desplazamientos y actividades del día a día.   

 

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Beneficios de la actividad física en la salud

 

Se ha visto que la actividad física mejora la salud a diferentes niveles: cardiovascular; fortalecimiento muscular y óseo; y entrenamiento del equilibrio. 

Actividad cardiovascular 

La actividad física cardiovascular, a veces llamada actividad aeróbica, aumenta la frecuencia respiratoria y hace que el corazón y los músculos trabajen más. 

Puede ser de intensidad baja, moderada o vigorosa, lo que depende en parte del estado físico de la persona, ya que una actividad física puede ser de intensidad ligera para una persona en forma y activa y sin embargo esa misma actividad física puede ser de intensidad moderada o vigorosa para una persona inactiva y sin forma física. 

Aunque la actividad de cualquier intensidad proporciona beneficios para la salud, cuanto mayor intensidad más beneficios se obtienen ante la misma cantidad de tiempo de actividad física. Para lograr todos los beneficios para la salud, las actividades deben ser de al menos una intensidad moderada a vigorosa. 

 

Fortalecimiento de músculos y huesos y actividades de entrenamiento del equilibrio 

La fuerza muscular, la salud ósea y la capacidad de equilibrarse sustentan la función física. Cada uno de estos atributos contribuyen de forma independiente a la salud general y a la capacidad funcional.

La fuerza muscular y salud ósea juega un papel fundamental para garantizar una buena salud muscular y esquelética, y para mantener la función física. El fortalecimiento óseo implica actividades de impacto moderado y alto para estimular el crecimiento y la reparación de los huesos. 

El entrenamiento del equilibrio implica una combinación de movimientos que desafían el equilibrio y reducen la probabilidad de caídas. 

 

Beneficios más amplios de estar activo 

 

La actividad física no solo promueve la buena salud y el funcionamiento y ayuda a prevenir y controlar enfermedades; también contribuye a una gama de beneficios sociales más amplios. 

Estos beneficios más amplios de la actividad física varían según la edad de la persona y otros factores, pero incluyen: aprendizaje y alcanzar logros; manejo del estrés; autoeficacia; mejoras en el sueño; desarrollo de habilidades sociales; y una mejor interacción social. 

 

Inactividad y comportamiento sedentario 

Los comportamientos inactivos y sedentarios son aquellos que implican estar sentado, reclinado o acostado durante las horas de vigilia, realizar poco movimiento o actividad y usar poca energía por encima de la que se usa en reposo. Los ejemplos de comportamientos sedentarios incluyen sentarse en una silla mientras usa una pantalla o lee, o un niño sentado en un asiento de automóvil o cochecito. 

Se recomienda que los períodos prolongados de sedentarismo se combinen con periodos de actividad física al menos ligera. 

 

Beneficios de la actividad física en niños con discapacidad

Hay una gran cantidad de evidencia de que la cantidad de actividad física durante la infancia y la adolescencia influye en el desarrollo y salud a corto y largo plazo. 

Aunque la evidencia principalmente está dirigida a estudios con niños aparentemente sanos y con un desarrollo normal se considera que los niños y adolescentes con afecciones médicas o con discapacidad se benefician de la actividad física de la misma manera.

Brindar a los niños y jóvenes experiencias positivas de deporte y actividad física es clave para desarrollar hábitos saludables.  Los jóvenes discapacitados que son activos regularmente viven vidas más saludables y felices.

Los niños y los jóvenes  con discapacidad pueden beneficiarse de la actividad diaria, incluso aplicada en pequeños períodos.  Dividir el ejercicio en pequeños periodos es efectivo y puede ayudar a distribuir la actividad a lo largo del día.

 

Qué se recomienda

Para los niños y jóvenes con discapacidad se recomienda que:

Realicen de 120 a 180 minutos de actividad física aeróbica por semana a una intensidad de moderada a vigorosa. Esto se puede lograr de diferentes maneras (por ejemplo, 20 minutos por día o 40 minutos, tres veces por semana). Por ejemplo, caminando o yendo en bicicleta.

Realicen actividades desafiantes, pero manejables, de fuerza y ​​equilibrio tres veces por semana, que son particularmente beneficiosas para la fuerza muscular y las habilidades motoras. Por ejemplo, escalar paredes en interiores, yoga y deportes adaptados como el baloncesto o el fútbol.

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