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Beneficios de la actividad acuática para los niños

En este artículo revisamos los múltiples beneficios que puede aportar la actividad acuática a los niños.

El medio acuático es fundamentalmente terapéutico, no sólo porque mejora la movilidad, las estructuras y los tejidos, sino porque esta recuperación se hace mientras juegan y se divierten.Diapositiva4

Los nuevos modelos de tratamiento dan importancia a la búsqueda de objetivos que alcanzan éxito funcional sin preocuparse tanto por la calidad del  movimiento. Se da mucha importancia a tener oportunidad de practicar nuevas habilidades en el entorno más adecuado.  Las habilidades que surgen espontáneamente y pueden ser practicadas en diferentes entornos y con mayor frecuencia consiguen mayor eficacia, efectividad y por lo tanto pueden llegar a automatizarse  (aprendizaje significativo) mejor que cuando no se practican suficientemente (Adolfo et al 2003).

En la actividad acuática terapéutica, vamos a potenciar el movimiento, las adaptaciones al medio, la variabilidad de ajustes posturales, las repeticiones, las experiencias, la búsqueda de soluciones a los problemas que le plantee el medio. Si aprovechamos estas características mediante la planificación adecuada de objetivos, la actividad acuática nos aportará un excelente suplemento al proceso terapéutico:

A nivel psicológico y emocional el medio acuático permite:  El descubrimiento de sentimientos comoactividad acuáticao el placer y la satisfacción mediante sensaciones propioceptivas, sensoriales, vestibulares, cenestésicas  que le obligaran a familiarizarse, adaptarse, ajustarse, requilibrarse en un medio diferente al terrestre. El agua es un medio facilitador de las relaciones con los demás, mejora el bienestar físico y emocional, proporciona sentimientos de seguridad en los demás y en uno mismo, mejora la autoestima, favorece el trabajo cuerpo a cuerpo con la mama y con los demás, favorece las interacciones (teoría del apego), etc.

A nivel físico el espacio acuático, permite: Descubrir sensaciones agradables del propio cuerpo.  Regularizar el tono muscular mediante el placer y la confianza. Experimentar movimientos sin gravedad. Estimular movimientos activos. Estimula las rotaciones y el equilibrio, Relajar el cuerpo o activarlo. Mejorar la capacidad respiratoria, circulatoria. Aprender y adaptarse a nuevos ajustes y desajustes posturales sin gravedad, la inestabilidad nos obliga a reaccionar activando el cuerpo. Atención mental: resolver problemas en situaciones de inseguridad. Proporciona libertad de movimientos, grandes dosis de información motora, en el medio el niño puede moverse con mayor facilidad haciendo más repeticiones.

 

Conclusiones 

Los estudios que valoran la eficacia de los programas de intervención acuática siguen siendo limitados en número y diseño. Se necesita más evidencia para ayudar a los terapeutas a diseñar planes de intervención basados en estudios sobre la dosis apropiada de intervención (frecuencia, duración actividad e intensidad del ejercicio) a la hora de llevar a cabo las actividades acuáticas como parte de los programas de atención temprana.

Existe alguna evidencia de que los programas de intervención en el medio acuático son un potenciador del desarrollo en algunas patologías (retrasos madurativos, escoliosis ideopática, atrofia espinal tipo II,) (Fragala-Pinkham, Maria A) y de la mayor participación y satisfacción de los padres  (Moreno, J. A. (2002))

Los profesionales tenemos la responsabilidad de buscar todos aquellos recursos que permitan al niño y a las familias mejorar, en lo posible, su calidad de vida,  y la actividad acuática puede contribuir a ello.

Nuestro objetivo es hacerles más fácil el camino del aprendizaje, proporcionándoles mediante situaciones placenteras, experiencias nuevas y realizadas en entornos más naturales, fuera de una sala de fisioterapia.

La combinación de los conocimientos físicos sobre el medio, junto con el conocimiento de la motricidad normal acuática y el conocimiento en alteraciones del movimiento  nos permitirán descubrir y comprender mejor cómo se comporta cada niño en el medio acuático y nos dará las herramientas necesarias para elaborar el programa terapéutico más adecuado a cada niño.

En el agua las familias se abren, se comunican y relacionan mejor que en las sesiones, la proximidad, el contacto corporal, la desnudez permiten una nueva posibilidad de relación.

Para muchas familias de niños gravemente afectados, la posibilidad de compartir el espacio con su terapeuta y otras mamás, les ayuda porque se sienten acompañadas, escuchadas, sostenidas de alguna manera.

Ascen 2Por  Ascen Martín Díez, fisioterapeuta pediátrica y psicomotricista. Trabaja en el CDIAP de Mollet del Vallès (Barcelona) desde hace 25 años. A nivel docente colabora, desde el año 2000, con varias universidades españolas y entidades impartiendo formación y especialización en Atención Temprana y Fisioterapia Pediátrica.

Miembro directivo de  efisiopediatric

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Referencias bibliográficas

http://www.efdeportes.com/efd33a/aquat.htm

Brazelton T.B.- Cramer B. “La relación más temprana.” Barcelona. Ed. Paidós 1993

Camus, Y. (1974). Aspectes pedagogiques d’une experience d’adaptation de jeune enfant au milieu aquatique. Education Physique et Sport, 129/130,42-50.

Coderch  J. (2001) “La relación Paciente terapeuta.” Barcelona Paidos

Moreno, J. A. (2002). Método acuático comprensivo. En Actas del 7º Congreso de Actividades Acuáticas y Gestión Deportiva (pp. 13-27). Barcelona: SEAE.

Moreno, J. A. (2003). Función social de los padres en la evaluación de los programas acuáticos educativos. NSW, 2, 13-20.

Shumway -Cook, A y Woollacottt, M H.; “Motor Control. Theory and Practical Applications.” Ed. Lippincot Williams & Wilkins, USA, 2001.